GATOS Y PERROS DEL BÓSFORO

Yo, en mi puf árabe


La Mezquita Azul

Gato estambulí visitando Santa Sofía

Me cuentan mis amitas que una de las cosas que más les sorprendió de Estambul fue la gran cantidad de gatos que había. Estaban por todas partes, en el Gran Bazar, dentro de Santa Sofía, en los restaurantes bajo las mesas de los comensales. Los gatos estambulíes ,aunque vivan en la calles, están muy bien cuidados y alimentados ya que para los árabes son sagrados. Además consideran que como son tan limpios, no necesitan hacer las abluciones antes de entrar en las mezquitas y es muy frecuente encontrarlos, por ejemplo, en la Mezquita Azul.

En cambio, los perros no tienen la misma suerte. Aunque hay alguno por las calles, se les impide entrar en las casas porque se les considera impuros.

El Islam prohíbe tener perros, y el castigo para el que lo hace es perder una o dos de sus qiraats de sus hasanaat (buenas acciones) cada día. Esto significa perder la recompensa por las buenas obras realizadas. Se hace una excepción con los perros de caza y con los pastores.
Dice El Mensajero de Al-lah, sallallahu ‘alayhi wa sallam: “La purificación de un recipiente que haya sido lamido por un perro (para ser usado por los humanos) se realiza lavándolo siete veces, la primera vez debe ser lavado con tierra” . Un musulmán no debe mantener a un perro dentro de su casa, ya que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos informó que los ángeles no entran en la casa donde hay un perro"

Suerte para Larry (que es pastor) y mala suerte para mí que soy casera y además me chifla el kebab.