En Cataluña además del Día del Libro se celebra San Jordi.
Esta es la leyenda de San Jordi y el Dragón.
Toda Cataluña estaba temblando de miedo. Había en la sierra un enorme dragón que hacía mucho daño en todo el país. Su cuerpo cubría casi toda la ladera de una montaña. Cuando andaba, hacía temblar la tierra. Cuando abría la boca, salía de ella tanto fuego que todos los árboles que estaban delante del dragón caían quemados por el fuego y el calor.
El monstruo empezó también a tener hambre y no encontraba nada que comer.
Se acercó entonces a la capital de la región, donde vivía el rey. Los soldados del rey,queriendo proteger la ciudad, salieron a pelear con el dragón. Ninguno de ellos volvió. Todos murieron quemados por el fuego que el terrible animal les echaba por la boca.
El rey invitó al palacio a todos los sabios del reino y éstos decidieron que sólo había un modo de satisfacer el hambre del dragón e impedir así la muerte de todos. Todos los días, temprano por la mañana, tendrían que entregar al dragón uno de los habitantes de la capital, para ser devorado. Incluso la misma familia del rey debería prepararse para ser entregados al dragón y ser devorados por él. Nadie podría negarse a dar su vida por los otros, cuando le llegase su turno. Día tras día llegó el turno a algún hombre, rico o pobre, alguna mujer, bella o fea.
Un día llegó el turno a la hermosa y muy amada hija del rey. En el palacio real todo el mundo lloraba tristemente. Corrieron al palacio guerreros y jóvenes fuertes para ir en lugar de la doncella. Pero ella no permitiría a nadie morir por ella. Apenas salió el sol, la princesa se dirigió a la puerta de la ciudad. Luego se despidió de todos ellos y empezó a caminar. A lo lejos, en la ladera de la montaña, vio al terrible animal. La princesa se detuvo donde estaba y comenzó a rezar.
En este momento apareció delante de la asombrada princesa un gallardo jovenmontado en un magnífico caballo blanco. Estaba armado de pies a cabeza con una armadura negra y tenía en la mano una lanza larga y fuerte. Mientras la hija del rey le miraba, el joven le sonrió y dijo:
— No temas nada. Voy a salvarte la vida. Ese monstruo no te hará daño, pues voy a matarlo.
El dragón se acercó volando. El joven lo esperó tranquilamente, lanza en mano.Cuando estaba cerca, el animal comenzó a echar fuego por la boca a su joven enemigo. Pero el fuego no le hacía daño, porque estaba protegido por la armadura. Tras horas de dura batalla el joven alcanzó al dragón, y con su lanza dio al monstruo un terrible golpe que provocó la muerte del monstruo.
— ¿Quién eres? Preguntó ella al caballero.
— Me llamo Jorge y soy extranjero. He venido sólo para salvarte del dragón. Te he salvado y ahora tengo que partir para mi tierra. Adiós.
Un día llegó el turno a la hermosa y muy amada hija del rey. En el palacio real todo el mundo lloraba tristemente. Corrieron al palacio guerreros y jóvenes fuertes para ir en lugar de la doncella. Pero ella no permitiría a nadie morir por ella. Apenas salió el sol, la princesa se dirigió a la puerta de la ciudad. Luego se despidió de todos ellos y empezó a caminar. A lo lejos, en la ladera de la montaña, vio al terrible animal. La princesa se detuvo donde estaba y comenzó a rezar.
En este momento apareció delante de la asombrada princesa un gallardo jovenmontado en un magnífico caballo blanco. Estaba armado de pies a cabeza con una armadura negra y tenía en la mano una lanza larga y fuerte. Mientras la hija del rey le miraba, el joven le sonrió y dijo:
— No temas nada. Voy a salvarte la vida. Ese monstruo no te hará daño, pues voy a matarlo.
El dragón se acercó volando. El joven lo esperó tranquilamente, lanza en mano.Cuando estaba cerca, el animal comenzó a echar fuego por la boca a su joven enemigo. Pero el fuego no le hacía daño, porque estaba protegido por la armadura. Tras horas de dura batalla el joven alcanzó al dragón, y con su lanza dio al monstruo un terrible golpe que provocó la muerte del monstruo.
— ¿Quién eres? Preguntó ella al caballero.
— Me llamo Jorge y soy extranjero. He venido sólo para salvarte del dragón. Te he salvado y ahora tengo que partir para mi tierra. Adiós.
El joven le sonrió y caballo blanco y caballero gallardo se fueron y ella los perdió de
vista. La doncella volvió a la ciudad, donde el rey y todos los habitantes la recibieron locos dealegría. Cuando ella dijo a su padre cómo el joven guerrero la había salvado, éste exclamó:
— Era San Jorge que bajó del cielo para salvarte.
Y hasta hoy esto es lo que creen los catalanes. No en vano, para ellos San Jorge es elsanto patrón de Cataluña.
vista. La doncella volvió a la ciudad, donde el rey y todos los habitantes la recibieron locos dealegría. Cuando ella dijo a su padre cómo el joven guerrero la había salvado, éste exclamó:
— Era San Jorge que bajó del cielo para salvarte.
Y hasta hoy esto es lo que creen los catalanes. No en vano, para ellos San Jorge es elsanto patrón de Cataluña.
Me encanta el blog. Es geniaaaaal!!
ResponderEliminarUn besito Frida.